Todos somos conscientes de que nuestra estructura social se rige por un principio fundamental, el respeto a las leyes emanadas de la soberanía popular. Las leyes articulan nuestra sociedad, protegen nuestras vidas, nuestros bienes o nuestros derechos, pero al mismo tiempo crean un conglomerado de obligaciones que debemos respetar. El derecho es sin duda uno de los pilares sobre el que se construye nuestra sociedad, y sin embargo, aunque resulte paradojico, es un gran desconocido para la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Os propongo un ejercicio, ¿cuantos podríamos señalar con mayor o menor grado de exactitud cuales son nuestros derechos fundamentales?, si somos sinceros seguro que muy pocos. Lo cual nos lleva a una cuestión aun más inquietante, si desconocemos nuestros derechos fundamentales que sucederá con el resto de nuestro ordenamiento jurídico.
Si habeis recibido alguna vez una notificación del Juzgado que no esperabais, o una notificación de Hacieda o de Tráfico, seguro que habeis notado que vuestro pulso se acelera, que las empiezan a sudar, o que la boca se reseca, podríamos decir que esa es una reacción normal de nuestro organismo cuando se enfrenta a lo desconocido.
Es cierto que para responder a estas inquietudes y temores estamos los abogados, para ello y para mucho más, como garantizar que nuestros clientes defiendan adecuadamente sus derechos o que tengan a un proceso con las debidas garantías, pero no deja de ser preocupante el desconocimiento con que la sociedad vive el día a día, sin tomar en cuenta la repercusión legal que pueden tener muchos de sus actos, como colgar un video en youtube sin el consentimiento de las personas gravadas, mantener una acalorada discusión, realizar manifestaciones politicamente incorrectas en el facebook o firmar un contrato de trabajo.
Lo que quiero decir con todo esto, es que se echa en falta que no exista una preocupación por educar e instruir a las generaciones futuras sobre el contenido básico de nuestra esfera de derechos y obligaciones, así como sobre nuestro ordenamiento jurídico. Queremos generar I+D+I, queremos difundir la cultura emprendedora, queremos aumentar el tejido productivo, y sin embargo no preparamos a nuestros futuros lideres empresariales para que tengan unos mínimos conocimientos sobre los derechos y obligaciones laborales como empresario, o sobre las obligaciones fiscales, tributarias o mercantiles de crear una empresa. Lo mismo podría decirse sobre los trabajadores.
El primer paso para crear una empresa es tener una idea, pero para ejecutarla hay que conocer el marco legal en el que se desempeñará la actividad productiva, y ese marco legal resulta en la mayoría de los casos un gran desconocido.
¿Podemos aspirar a tener mejores empresas, empresarios y trabajadores con esos defectos en la base?
Siempre he pensado que una asignatura obligatoria que se debería impartir, por lo menos en las universidades, es derecho laboral básico. Que menos que conocer el estatuto de los trabajadores, qué es un convenio, etc. Se supone que te preparan para trabajar, pero sales y no sabes ni lo que es una nómina, y de esa manera te tratan en las empresas, que te toman el pelo de una manera bárbara...
ResponderEliminarMe gusta tu blog.
Saludos.
Muchas gracias por seguir el blog y por el comentario Anónimo: Coincido totalmente contigo, existe un grave déficit de formación legal en nuestro país y, precisamente como consecuencia de ese elevado nivel de desconocimiento es por lo que muchos ciudadanos no alcanzan a comprender la función social del abogado, así como el alto nivel de especialización y dedicación que requiere esta profesión. Espero seguir leyendo tus opiniones en los próximos artículos. Saludos
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